De hecho, todo lo contrario: hay gatos y perros que consiguen convivir tranquilamente, ¡y además con mucho amor de por medio! Tanto es así que incluso a la hora de dormir la siesta estos animales se juntan y pueden sorprendernos con tanta compañía. A veces, incluso se obtiene una foto del perro durmiendo junto al gato (¡los humanos que luchan por lidiar con tanta ternura!).
Perro y gato: ¿es posible una relación amistosa?
Si antes mucha gente evitaba tener gato y perro juntos en la misma casa, hoy el escenario ha cambiado totalmente. Y podemos entenderlo, ¿no? Es muy difícil decidir entre un gato o un perro, y muchas veces acabamos rindiéndonos a la gracia de los dos animales.
Sin embargo, todo el mundo sabe que la relación entre el gato y el perro no
suele ser la mejor, y en un primer momento, esta adaptación de una mascota con
otra puede ser un poco complicada y requerir mucho tiempo.
Hay que tener en cuenta varios factores a la hora de acercarse a ellos, como las personalidades de cada uno y lo que les gusta hacer.
Pero lo más importante de todo es saber respetar
el espacio tanto del gato como del perro, y no forzar la barra para que sean
amigos. Con tiempo y algunos consejos de convivencia que daremos a
continuación, es totalmente posible hacer que perro y gato se lleven bien.
Convivir con el gato y el perro: ver cómo estrechar la
relación entre ellos
·
Introducir al cachorro y al gato
con seguridad
Los perros suelen estar mucho más agitados que los gatos y, por tanto, el primer acercamiento puede ser un poco turbulento y provocar extrañeza en los felinos.
Por lo tanto, el primer
paso para intentar establecer una relación amistosa entre estos dos animales es
presentarlos de forma segura. Lo ideal en este primer momento es que el perro
esté con collar y correa, para poder controlar los movimientos del animal e
incluso restringir su acercamiento para no invadir el espacio del gato de
inmediato. También puedes dejar al gato dentro del transportín. Esto también
ayuda a evitar reacciones inesperadas o agresivas entre los dos.
·
Dividir el entorno con un espacio
para el gato y otro para el perro
Incluso si su deseo soñado es convertir al perro y al gato en mejores amigos, es importante crear un entorno más reservado para cada uno. La gatera de la casa, por ejemplo, es una buena forma de conseguir que el felino no pierda su esencia y siga teniendo su rincón para descansar y distraerse cuando le convenga.
Lo mismo ocurre con la
cama del perro. Además, otro factor importante es disponer de espacios
separados para el comedero y el bebedero de estos animales, para que tengan sus
espacios individualizados para alimentarse (los perros, especialmente, pueden
volverse agresivos cuando notan que otro animal se acerca a su comida).
·
Invierte en juegos que unan a
ambos animales
¿Qué tal si juegas para
mejorar aún más la relación con tus mascotas? Pueden divertirse y conocerse un
poco mejor después. Además, es un tiempo de calidad que puedes pasar con tus
mascotas. Por eso, intenta invertir en juguetes que puedan agradar a ambos y,
si es posible, intenta premiarlos durante los juegos con una golosina. De este
modo, empiezan a asociar la presencia del otro animal con cosas buenas.
·
Prestar la misma atención al gato
y al perro
Uno de los mayores problemas cuando se intenta adaptar gato y perro juntos es que uno de los animales siente que se le está dejando de lado y manifiesta sentimientos de celos.
Por lo
tanto, el consejo es tratar de dividir su atención entre las dos mascotas para
que ambas estén satisfechas y no se sientan "intercambiadas".
Recuerda que los animales también tienen sentimientos y necesitan sentirse
queridos por la familia.
·
Los difusores de feromonas ayudan
a calmar el estado de ánimo de los animales
Una buena idea para unir a gatos y perros de forma más tranquila es invertir en difusores que tengan feromonas en su composición.
El producto se puede encontrar en las tiendas de animales y suele ser muy recomendado por los conductistas para calmar a los animales, por lo que ayuda en el tiempo de adaptación.
Sin embargo, cabe
mencionar que es importante contar con un producto específico para cada
especie, ya que los gatos no pueden oler la hormona liberada para los perros y
viceversa.