Cuando tenemos animales domésticos en casa, son miembros de la familia. Por ello, hay que procurar una serie de cuidados básicos para que nuestros mejores amigos se encuentren cómodos ante cualquier acontecimiento que altere su rutina diaria..
Por ello, cuando se da una mudanza a un nuevo hogar, siempre será un proceso complicado, tanto si hay niños pequeños como mascotas en el hogar.
No importa si tiene un gato, un perro u otra mascota (como conejo, conejillo de índias (cuy), etc), su preocupación aumentará mucho más porque durante la mudanza podría sentirse sumamente incómodo.
Es por ello, que si tiene una mascota, deberá de planificar adecuadamente la mudanza en sí y la adaptación del animal al nuevo hogar. Recuerde que van a requerir cuidados a fin no sientan ningún tipo de peligro durante el proceso.
Al fin y al cabo, el cambio de entorno y el movimiento durante el traslado, puede producir que su mascota se sienta insegura, ansiosa y estresada.
Por lo tanto, es importante que antes de planificar la mudanza, todos los pasos estén bien pensados para no traumatizar a su mascota y que pueda incluso, querer fugarse ante el miedo que le puede producir esta nueva situación.
Tome en cuenta que dependerá también de la distancia donde va a mudarse con su mascota. Si es un lugar dentro de la misma ciudad, si va a tener que viajar, etc
Lo ideal es que el lugar a donde usted se mude, cuente con un espacio amplio donde su mascota pueda correr y divertirse sin problemas.
A continuación le ofrecemos algunos consejos para que la mudanza sea menos estresante para su mascota.
Para evitar que su mascota se ponga ansiosa, intente mantener
una rutina antes y después de la mudanza
Con las prisas de la mudanza, muchas familias pueden considerar a las mascotas en un segundo plano. Allí es exactamente donde reside el peligro.
Por ejemplo, los perros están acostumbrados a seguir una rutina desde los primeros meses de vida: cuándo hacer las necesidades, pasear, comer, dormir, despertarse, jugar, entre otros.
Es normal que al animal le resulte extraño y se estrese ante cualquier alteración repentina de esos hábitos y de su rutina diaria.
El perro puede estar más triste, ladrar desesperadamente, presentar falta de apetito o tener problemas gastrointestinales como respuesta a la situación.
Es muy importante que la rutina del perro tenga el mínimo impacto
posible antes, durante y después del cambio. Es decir, no dejes de pasear al
perro a las horas habituales, reserva un tiempo para jugar y darle atención y
no cambies el horario de las comidas.
En el caso de los gatos, suelen ser muy independientes en casa y necesitan un espacio cómodo donde pueden descansar, alimentarse, hacer sus necesidades, etc.
El problema en el caso de ellos es que podrían sentirse muy incómodos durante la mudanza, por lo que se recomienda contar con una cesta cómoda donde pueda hacer su viaje cómodamente. De ser posible, la cesta deberá contar con una cubierta ligera a fin el gato no vea el trayecto, que puede causarle mucho temor.
Una vez que su gato llegue a su nuevo hogar, busque que se adapte poco a poco al nuevo ambiente. La cesta deberá ser abierta ya dentro de la misma casa.
Lo más probable es que corra a esconderse debajo de los muebles o camas para sentirse seguro. Poco a poco, al ver que se encuentran en casa sus familiares, empezará a sentir más confianza e irá
¿Cuál es la mejor manera de preparar a su mascota para la
mudanza?
Los perros pueden ser más sensibles de lo que se piensa, especialmente cuando se trata de un perro ansioso o estresado. Una casa llena de cajas, gente caminando por todas partes y su familia sin tiempo para jugar puede ser muy incómodo para su mascota.
Por eso, en un primer momento, lo recomendable es que mantengas a tu mascota en un lugar seguro (como una habitación), donde haya poco movimiento y sin personas extrañas. Esto es a fin no se vaya a sentir incómodo ni alterar ante tanto movimiento.
Otra posibilidad es llevar a tu mascota a casa de un amigo hasta que termine la mudanza. Si no tienes estas opciones, vale la pena considerar un temporal/hotel para mascotas durante el período que dure la mudanza, que le será menos agotador y estresante.
Además, a la hora de llevarlo al nuevo hogar, es importante que el viaje se realice de forma segura y cómoda.
El uso de una canasta o canil para perros, por ejemplo, puede ser la
solución a este problema. Al llegar al nuevo entorno, intente que se reconozca primero su nuevo hogar, mientras le da tiempo de soltarlo lentamente.
¿Cómo adaptar a su mascota al nuevo hogar?
Aunque el proceso de adaptación de la mascota al nuevo hogar no siempre es fácil, hay algunos cuidados que pueden hacer que su amigo se sienta más cómodo.
Guardar sus objetos personales es uno de ellos. Eso es porque, al igual que los humanos, los animales también tienen recuerdos olfativos y afectivos con sus objetos, mostrando apego.
Por ejemplo, algún juguete, su cama o alguna mantita, puede ayudarlos a una buena adaptación. Aunque parezca extraño, una cama vieja y desgastada, puede ser muy útil para su mascota.
No va a necesitar comprar algo nuevo para que su mascota pueda adaptarse correctamente. Puede incluso cambiar algunos
muebles e invertir en una nueva decoración, pero lo ideal es que los elementos
de tu mascota sean los mismos.
Consejos para cuidar a un perro tras una mudanza
- Incluso con todos los cuidados posibles, la mudanza puede ser una fase extremadamente estresante para su mascota. En algunas situaciones, pueden producirse fugas y, por lo tanto, es importante que esté preparado. En este caso, un collar con identificación será de gran ayuda en caso se pierda.
- Permita que su mascota permanezca cerca de sus pertenencias, incluyendo su cama, los platos de comida e incluso los muebles en los que solía pasar el tiempo en la antigua casa. Cuando llegue el momento de ordenar el nuevo hogar, esta puede ser la primera caja que se abra.
- Invierta en juguetes para mascotas, a fin de mantenerla entretenida y, así, ayudar a la adaptación.
- Interactúe con su mascota y estimúlelo a conocer los demás ambientes, respetando siempre su tiempo. Es decir, no obligues a tu mascota a entrar a ningún ambiente en caso no se sienta a gusto.
